Retomamos donde lo dejé, que lo he ido dejando y ahora tengo bastante que contar…
El lunes estaba agotada después de todo el fin de semana. Aun así, me tocó una mañana de limpieza a fondo de mi habitación, y por la tarde laboratorio, aunque más bien estuve hablando con los compañeros, porque no tenía mucho ánimo para ponerme con trabajos de la uni.
De todos modos, me vino muy bien, porque cada vez conozco más a los del labo y uno de los días de esta semana me fui con Gentan (una chica china) y unos cuantos mas del laboratorio a cenar fuera, cerca de la estación de tren, en un típico mini local donde comes sentado en la barra.
Un plato enorme de Soba que, incluso siendo el picante más suave, todavía lo notaba bastante y al final no me lo pude acabar de la cantidad que era. Aprovecho para explicar que cenamos a las 18.30 de la tarde, así que claro, tampoco tenia tanta hambre, pero poco a poco me estoy adaptando al horario de comida japonés: El horario de clases deja libre de 12.00 a 13.00 para comer, así que, quiera o no, me toca comer entonces, con lo que, a estas alturas, para las 19.00 las tripas ya me están pidiendo la cena xD.

Esta misma semana empecé a ponerme más en serio con los idiomas. Estudié de verdad los kanji para el test semanal, que ya iba siendo hora, sumado al hecho de que me devolvieron el test de la semana anterior con un: “Da lo mejor de ti.” (mala traducción de がんばって!, que ellos utilizan para dar ánimos). Me sentiría mucho peor por no estudiar los fines de semana, si no fuera porque al final, cuando salgo, quiera o no acabo hablando japonés con alguien, así que supongo que “lo compenso” (lll-ω-). Y además, empecé con Kotone nuestras sesiones semanales de tándem lingüístico: yo le enseño español y ella me enseña japonés. Más o menos estamos unas 3 horas juntas, pero la mitad del tiempo nos lo posamos hablando xD, algo es algo.
El jueves hice tortilla de patata y la llevé al laboratorio, que le había prometido a Gentan que la haría, y las patatas ya me lo estaban pidiendo. Les encantó (=∩_∩=), o al menos eso me dijeron xD. De hecho, Gentan se llevó un poco y le dio a probar a su novio, y por lo que me ha dicho, ya la ha hecho ella misma un par de veces porque le debió de encantar… ¡Jaja!
¿Alguna sugerencia para que cocine la próxima vez? Se supone que vamos a quedar (las dos chicas chinas, YanYan y Gentan) de vez en cuando para cocinarnos mutuamente platos típicos, ¡qué ricooo! ¡Jeje!
El viernes fui al laboratorio y estuve trabajando un rato, pero a las 18.00 había quedado con un chico chino de la residencia, así que me volví relativamente pronto (17.45). El chico este me había abordado un día en la resi, diciéndome que me había visto en el edificio de arquitectura, que él acababa de empezar a estudiar arquitectura y que necesitaba ayuda con una asignatura, y que a ver si le podía ayudar. Así que nada, habíamos quedado al final ese viernes para cenar algo y hablar de la asignatura en cuestión. O al menos eso creía yo xD.
Cuando llegué a la residencia, sobre menos 10, él ya estaba en la entrada, esperando. Subí en un momento a dejar todos los trastos y bajé para encontrarme con que ya no necesitaba ayuda con la asignatura, que ya había hecho casi todo el trabajo. De todos modos, me comentó que quería charlar un rato de arquitectura, así que nos fuimos andando a buscar un sitio donde cenar. Al final acabamos en el centro de la ciudad, en un restaurante de Yakiniku. Sin más, fue entretenido, hablamos de todo. De todo. Para que os hagáis una idea, de nuestra resi al centro se tarda por lo menos media hora andando, y al final llegué a casa sobre las 21.30, con vuelta andando también. Pero claro, eso al final parecía más una cita que quedar con un amigo para hablar un rato, y más teniendo en cuenta que pagó el la cena y un par de comentarios que hizo a lo largo de la conversación.
Conclusión: la tarde no fue para nada incómoda, pero la situación si que es un poco extraña, sobre todo teniendo en cuenta que era la primera vez que quedábamos y que al final no era para lo que yo pensaba. Lo peor de todo, es que no sé si es porque el tío es raro, porque es chino, porque esto es Asia… El caso, que los occidentales ya tuvieron su ración de bromas y risas cuando volví y les conté lo que me había pasado. Me da que este año se vana entretener un rato conmigo U_U … ¡Jaja!
El fin de semana no ayudó nada para mejorar esa extraña situación: El sábado quedamos el chino y yo para ver una peli por la tarde, “Midnight in Paris”, porque me dijo que quería verla (tres horas hablando…) y a mi me había gustado mucho, así que la descargué. Pero al final, al de 5 min de empezarla, se aburrió y me dijo que era mejor que habláramos. Y ahí estuvimos hablando hasta que se hicieron las 22.00, que yo había quedado con el resto de la gente para irnos de fiesta.
Cuando digo fiesta, supongo que de ahora en adelante, podréis suponer que consiste en ir a un bar que se llama Hub, y luego a algún otro que podríamos calificar como “afters”. No me quejo, porque vamos todos juntos y el ambiente está muy bien: extranjeros japoneses con ganas de conocer extranjeros, música…
Cuando digo fiesta, supongo que de ahora en adelante, podréis suponer que consiste en ir a un bar que se llama Hub, y luego a algún otro que podríamos calificar como “afters”. No me quejo, porque vamos todos juntos y el ambiente está muy bien: extranjeros japoneses con ganas de conocer extranjeros, música…
Y este mismo finde, cuando digo resto de la gente, es 4 chicos y yo, porque el resto se marcharon andando de Nagoya a Kioto y estaban en pleno camino xD.
Al final de la noche volví a casa con varios números de teléfonos de japoneses, entre los cuales estaba el de uno que me había parecido bastante interesante (*ゝω・)ノ. Y lo mejor de todo: que todos contactaron conmigo al día siguiente xD. Esto de ser la rara tiene sus ventajas… ¡Chicas interesadas en japoneses, no perdáis la esperanza! ¡Jaja!
Y siguiendo con el día siguiente, lo más destacado es que los demás occidentales volvían de Kioto, y que
había quedado con la francesa para que me contara que tal el viaje, pero el chino me llamó, así que al final acabamos yendo a cenar todos juntos: Aude (la chica francesa), Cédric (otro chico francés), Sean (el chino), y yo. Cabe decir que los franceses no entendían la mitad de lo que el chino decía, lo que ayudó a rematar la situación de rareza del fin de semana con esa cena.

La semana siguiente hubiera sido un poco como siempre: laboratorio, tándem con Kotone, clases de japonés… Pero los compañeros de laboratorio que había ido a Nueva York empezaron a volver a partir de ese mismo lunes. Así que cuando YanYan volvió, ¡quedamos el miércoles para cenar juntas! Les cociné chipirones en su tinta, pero no pareció gustarles demasiado… ¡Jaja!

¡También me hay que decir que me han traído un “Omiyage” (leer la breve alusión a Japón xD) a mí también! Un precioso vaso de la Casa de la Cascada. No me lo esperaba para nada, así que: (^∀^)ぁりがと~! En la foto podéis ver mi mesa de trabajo, que ya empiezo a acumular cosas =).
El miércoles quedamos los occidentales para jugar a baloncesto,
pero como la cancha estaba ocupada por las actividades de clubes, nos tocó volver a jugar a vóley. Lo bueno es que al final se nos acercaron un par de chicos que son del club de vóley y nos dijeron que la próxima vez que quedáramos para jugar les avisáramos porque querían unirse. Ya veis, ¡japoneses abiertos y sociables por todos lados! (*^_^*)

Después de jugar nos fuimos a cenar a un restaurante Indio, delicioso,

El fin de semana tuvimos noche de chicas otra vez. En la foto: Satomi (japonesa), Kotone (japonesa), Noora (finlandesa), Aude (francesa), Viviane (brasileña) y yo.
Nos fuimos a cenar juntas a un restaurante cerca del centro y luego a la discoteca ID, que es la más grande de Nagoya. Tiene cinco plantas con diferentes músicas, y está llena de medio japoneses medio brasileños. Luego hay una minoría, que consiste en japoneses enteros, y extranjeros enteros xD. Dios mio, suena más raro… ¡Jaja!

Yo personalmente me lo pasé muy bien, hablamos con unos cuantos chicos, bailamos… Y luego, como la cierran a la 1.00, nos marchamos a uno de los “afters” que hay cerca. Al final acabé hablando un montón de castellano esa noche: en ID conocimos a un peruano y un paraguayo y en el “after” conocí a un mexicano, así que no se puede decir que practicara mucho japonés esa noche… =P
Al día siguiente nos despertamos relativamente pronto y nos fuimos con Daniel y Rafael
a acoplarnos a una barbacoa que organizaban los alumnos de la universidad de Chubu, donde estudia Rafael. Huelga decir que éramos los únicos extranjeros, de hecho, fuimos los primeros extranjeros con los que hablaban algunos de ellos (o゚д゚o). Fue muy divertido: la barbacoa era en la orilla de un rio, debajo de un puente, ¡y tenían DJs y todo!
(que no pinchaban más que música mexicana porque les gustaba mucho, por lo que nadie entendía nada a excepción de mi xD). En la foto se les ve a ellos y a Satomi.


Aquí he de mencionar lo maravillosamente amables que pueden ser los japoneses: Por nuestras fuentes de información, la barbacoa iba a ser cerca de la estación de tren, pero no, estaba a tomar por saco. El caso, que vinieron un par de ellos en coche para buscarnos y llevarnos al lugar. Increíble, ¡y eso que nos habíamos auto invitado! O_O
Os dejo con un par de fotos ¡y el resto de para la próxima!