Viaje, llegada a Japón, primeros dias

¡Hola a todos!

Antes que nada, siento haber tardado tanto en escribir nada en el blog, pero no tenia bateria en el portátil y aqui tienen un tipo de enchufe diferente, así que no podía cargalo, y no queria ponerme a actualizar desde el portátil de mi amiga japonesa, Kotone.

Os voy avisando ya de que la entrada va a ser algo larga, porque he tenido bastante contratiempos, contando con el vuelo, que fue hace 4-5 días.

Todo empezó una madrugada bastante nublada, el día que me tenía que marchar de Bilbao a las 6h50 am. Llegué al aeropuerto unas dos horas y poco antes de que saliera mi vuelo (aviso a viandantes: el aeropuerto de La Paloma no lo abren hasta pasadas las 5am), y tras nuestra pequeña sesión de congelamiento a las puertas del aeropuerto, tocó entrar a esperar dentro.
Como es de esperar, yo estaba algo nerviosa, y más al ver que, tres cuartos de hora antes de supuestamente abrir las puertas de embarque, aun no había nadie en el mostrador de facturación. Pero pasó lo que era de esperar visto lo que les estaba pasando al resto de vuelos que había a esas horas: lo retrasaron.
Empezaron a rebotar a la gente, es decir, meterles en vuelos que salen más tarde de los aeropuertos de destino, pero a mi no me podían meter en ninguno, así que me dieron billete para el día siguiente, a la misma hora y con el mismo recorrido, y me fui a mi casa como había venido xD.
La verdad es que no me vino mal, porque me pasé la mañana durmiendo todo lo que no había dormido en días anteriores y luego por la tarde fue el partido Athletic-Manchester que pude ver con mis amigas en el ambientazo que había en Bilbao ese día ^^ . Si, lo mio son las dobles o triples despedidas, qué se le va a hacer...

El día siguiente amaneció algo mejor y el vuelo salió, así que sin problemas hasta que llegué a Bruselas, si, mi primera parada. El aeropuerto es enorme, pero encontré la puerta a mi siguiente vuelo bastante fácilmente, que no quiere decir rápido, porque estaba en la otra punta xD.
El caso que, cuando fui a hacer el chek-in, me dijeron que no les constaba en las listas, que no tenía plaza para ése vuelo, y que tenía que hablar con los de Brussel Airwais (que es la compañía con la que hice mi primer vuelo) para solucionar el problema. Así que cogí todas mis cosas y, con mi desgastado francés, me fui a donde me habían indicado dispuestas a hacer lo que hiciera falta para que me metieran en ese avión.
Le enseñé todos los papeles que tenía y le explique la situación, y la chica se puso a buscar una solución. Estuve unos tres cuartos de hora esperando a ver qué pasaba y, menos mal que el flamenco se parece un poco al alemán y podía entender qué estaba hablando por el teléfono, porque la tía no se dignó a decirme nada hasta que me dijo que fuera a la puerta de embarque otra vez, porque al final si me hacían el chek-in.
Por lo que entendí, me debían de haber de hecho la reserva dos veces y el sistema me había borrado automáticamente, y ahora que el avión estaba tan próximo a salir, no les dejaba meterme otra vez. Pero parece que lo solucionaron, porque cuando fui a la puerta me hicieron el check-in de los dos vuelos que me quedaban: Bruselas-Abu dabi, Abu Dabi-Nagoya.

El vuelo en sí me lo pasé viendo películas, porque el chico que sentó a mi lado apenas estuvo despierto. En Abu Dabi, sin problemas, al aeropuerto no era tan grande, pero nos hicieron dar mucha vuelta. Ahí cogí un vuelo lleno de chinos y japoneses. Aparte de mí, había en total otros 5 occidentales, y ahora éramos nosotros los raros xD.
Este último vuelo fue bastante más curioso (aunque en este me tomé una pastilla para dormir): me tocó al lado de un japonés con el que no hablé demasiado, pero que era bastante simpático, y un azafato se puso a hablar conmigo sobre el partido del día anterior y demás. Los anuncios los decían en árabe, inglés, japonés y chino, y no es hasta este último que todo el avión se alborotaba. Debe de ser que los occidentales y los japoneses nos tomábamos los retrasos con más resignación xD.
Esta vez, el vuelo hacía parada en Pekin, para repostar y dejar y recoger a pasajeros, pero de nuevo el clima me chafó un poco el viaje: nos pasamos dos horas sobre volando Pekin, porque no podía aterrizar por poca visibilidad. Como es de esperar, también tardamos más en salir por el mismo motivo. Así que al final, el vuelo en total, en vez de 22 horas, duró unas 24 y pico. Una paliza.


Cuando llegamos a Nagoya, nos dieron los papelitos de llegada al país que hay que rellenar siempre y, como yo no tenía ni idea de la mitad de las cosas, hasta que no estuve en frente del control de emigración, no me puse a rellenarlo: gran error. Cuando llegué no había nadie, y cuando terminé de rellenarlo, que no tarde ni 5 min y gracias a que metí los papeles importantes en la maleta de mano, la cola estaba llena de los chinos del vuelo, haciendo un montón de alboroto y tratando de colarse los unos de los otros... Un panorama increíble. Así que nada, me metí allí en medio y dejé que se me colaran un par de ellos, porque llevaban montando bronca desde el final de la cola.
Cuando por fin llegó mi turno, me hicieron una foto con cara de criminal, vamos, la que es de esperar después de tantas horas de viaje, y me pidieron el Certificado de Eligibilidad, que no tenía ni idea de que me iban a pedir ahí, y que menos mal que había metido entre los papeles importantes en el equipaje de mano.
Ahí me acojoné un poco en el papelito de declaración de equipaje: ¿Lleva algo de comida/productos restringidos?. Mi respuesta: No. La verdad: unos 20 paquetes de embutido+un paquete de pipas+un bocadillo sin comer en mi bolso. Pero no pasó nada. Ni abrieron la maleta ni nada, sólo me preguntaron a qué universidad iba a ir, y les dije más ancha que pancha: Nagoya Institute of Technology, que después de estos días, me he dado cuenta de que nadie conoce la universidad por ese nombre xD, tendré que empezar a decir "Nagoya Kōgyō Daigaku" o "Meikōdai" abreviado, que me gusta más (*´-ω-｀).

Nada más salir, quedé con Mayu, mi alumna tutora, que vino a buscarme al aeropuerto. Hablamos un poquito en japonés y luego nos pasamos toda la tarde con el inglés. Muy simpática y muy japonesa, se iba a pasar estos días a Sendai con los del laboratorio por el proyecto que están haciendo ahora, a ver si puedo participar cuando empiecen las clases ^^. Me dejó con Kotone, en la estación central de la ciudad, a unos 9 euros y una hora de tren desde el aeropuerto. De ahi ya fuimos a casa, dejé las maletas y fuimos a un bar de aqui cerca a cenar algo. Y es aquí donde empieza la magia xD.

La verdad es que empezaba en el piso de Kotone. Cualquiera que haya visto un anime o haya leído un poco de manga ambientado en nuestra época, ha visto los típicos edificios que se accede a las viviendas por pasillos al aire libre, con las escaleras también fuera. ¡Aqui son casi todos los edificios así! Se accede al portal con la llave de la puerta de casa, porque tiene un cerrojo maestro (no sé si se dice así o no xD), y cuando sales, no hay un picaporte ni nada por el estilo. Hay un pestillo que está siempre cerrado, pero te detecta cuando te acercas, ¡y se gira sólo! ¡Jajaja!
Está super cerca de la estación y tiene un par de supermercados 24 horas al lado (aquí se llaman Conbini, de convinience store). Muy cómodo. Pero sigamos con lo que hice:

El primer bar al que fui, con Kotone, era una gozada. Se supone que estaba ambientado en Italia, pero en el segundo piso (primero para nosotros), era muy japonés. Los camareros se arrodillaron cada vez que nos tomaban la cuenta o nos daban algo.Comimos muy bien (evidentemente, los precios no son los mismos que en España), y luego a casa, a dormir.

Kotone tenía que trabajar al día siguiente, así que me dejó las llaves y me puse a pulular por la ciudad. Paseé por el barrio y por la zona de la estación central. La gente no mi mira mucho, y más bien me esquiva, pero bueno, es hasta un poco gracioso. En el metro, que por cierto es super caro, el asiento de mi lado es el último en llenarse, para que os hagais una idea xD.
Fui al castillo de Nagoya, pero lo cerraban a las 16.00 así que me fui a pasear a un parque que hay cerca, muy japonés, con señor tocando la flauta japonesa y todo xD. Al final no vi gran cosa, pero he descubierto un restaurante español cerca de casa, que ya iremos a visitar alguna vez, y al final un viejillo del barrio acabó hablando conmigo, porque me lo crucé dos veces y se emocionó. Chapurreé un par de cosas en japonés y me invitó a tomar un café con él, pero lo decliné lo más amablemente que pude y seguí andando. Cuando sepa algo más de japonés puede que me anime =P .
Por la tarde, cuando Kotone volvió de trabajar, quedé con ella en la estación central y nos fuimos a cenar por ahi, a un restaurante en la decimocuarta planta de la estación de tren. Unas vistas increíbles, sumado a comida japonesa deliciosa. Salí a reventar de alli, y teniendo en cuenta que nos costó 18 euros la cena, tampoco me pareció caro después de la pinta de elitista que tenía.

El día siguiente, me fui al castillo de Nagoya, no sin antes pasar por el Conbini de al lado de casa y comprarme un tentempié al azar, y pasé alli toda la mañana. La verdad es que en si tampoco tiene mucha chicha: es una reconstrucción del original, que fue destruido en los bombardeos de la segunda guerra mundial, y ahora el interior es como un museo de la época y del propio castillo y sus partes.
Lo que más me gutó fueron los jardines y ver cómo trabajaban en seguir con la reconstrucción, porque había una sección a la que casi nadie entraba donde se ve a varios japoneses cortar madera, prepararla... Es el día que más occidentales he visto, unos 12, dentro del castillo. 
Después de eso, me fui a casa, que tenía como misión del día comprar Takoyaki para comer, pero cuando salí de la estación central, me perdí. De hecho, no sé cómo no me había perdido el día anterior cuando quedé con Kotone. Dios mio, es ENORME. El caso, que es un laberinto de tiendas de todo, y llegué a una sección de comida, y con el hambre que tenía, no me pude resistir. Me compré un pan chino relleno de carne, que llaman nikuman (Shien Lo Pao para los de valencia xD), y entré en una panadería. ¡Qué cantidad de cosas tienen ahi! Me compré un panecillo, no puedo decir con buena pinta porque allí todo tenía buena pinta, y me marché, deseando poder salir de alli lo antes posible y llegar a casa a comer.
Por la tarde fui a ver si el super de cerca de casa estaba abierto, pero parece ser que los lunes cierran, así que no pude comprar patatas, que quería darle una sorpresa a Kotone y tener tortilla de patata para cuando volviera. De todos modos, compré huevos en el conbini para otra vez, porque no había, y menos mal, porque cuando vino me dijo que tenía patatas ella, así que acabamos cenando tortilla de patatas y sopa.

Al día siguiente, ayer, le acompañé a Kotone a la ceremonia de graduación de sus "kouhai" (alumnos menores) en su universidad. La verdad es que me encantó y, además, pasé al lado de donde estuvo la exposición de Aichi en el 2005, pero ya he visto que no queda casi nada, así que no merece la pena ir >.< . El tren que utilizamos para ir es como el Shinkansen: ¡magnético! Y automático también, no tenía cabina de piloto, así que podías ponerte en el principio o el final del tren y ver en primera fila.
En la graduación vi a un montón de gente con hakama (un tipo de pantalón de kimono, que es más oficial), chicos y chicas, precioso. Me presentó a sus amigos y volví a hablar algo de japo, pero más o menos lo mismo que ellos chapurreaban inglés o alemán, y eso que habían estudiado todos filología...

Luego nos fuimos a comer a la zona más estudiantil de Nagoya. Un bar muy bonito, con zona de terraza, zona de mesas para tomar algo, zona de cojines para estar descalzo, y en el piso de arriba, zona de tatami, para hacer fiestas y celebraciones. Nos hinchamos a comer y luego nos marchamos a comprar mi móvil japonés.
Tras largo rato de recolecta de datos, que habría sido todo mucho más fácil si me hubira sacado ya mi carné de alien (como llaman al carné de extranjero aqui, cosa que os tengo que enseñar en foto), he acabado con un móvil de prepago que, con 30 euros de saldo, me ha costado en total 60. Ni tan mal. Ahora sólo tengo que acostumbrarme a él, que es un poco raro =P.
Luego, nos metimos en una tienda que se supone es de electrónica, pero que al final había ahí de todos, hasta pasta de dientes, y compramos también un adaptador para mis enchufes.

A lo largo del día intenté sacar un par de veces dinero, pero no pude, me daba error de tarjeta. Llamé a mi madre y y al final los del banco han dicho que es bastante probable que se me haya desmagnetizado en el viaje (hasta ahora estaba pagando todo con dinero que había traído en euros y luego había cambiado a yenes). Así que ahora estoy pendiente de ver si se puede solucionar rápido o tengo que esperar unos siete u ocho días a que me llegue la nueva tarjeta desde España... Un follón, y más ahora que me voy unos días de viaje con Ángel de viaje por el sur de Japón.

De momento eso es todo. Me dejo un montón de anecdotillas, pero la entrada ya es bastante larga. Ahora mismo no tengo las fotos en el portátil, ¡pero las añadiré al post en cuanto pueda!